A principios de 2017 los astros se alinearon y llegó a Madrid un movimiento, que ya tenía varios adeptos dispersos por diferente puntos de Francia, Alemania y Reino Unido: Chineurs. Gracias a las ganas de compartir música, diggear y conocer melómanos de la capital, los Chineurs de Madrid pronto formaron un grupo consolidado y heterogéneo que organizaba quedadas, jam sesión y fiestas. Todo ello sin perder nunca la esencia humilde con la que se originó: la pasión por la música y el enriquecimiento cultural que ello suponía.